¡Ya soy grande!{Libre}

Oh, oh...oh,oh. No podía pensar en otra cosa que no fuera el lío en el que me había metido al haber salido de casa sola...¿por qué había salido?, pues porque estaba muy aburrida allí en casa. Mi tio Emmett había salido a cazar, y los demás creía que también se habían ido, lo único que sabía era que el tio Jasper estaba en su habitación haciendo no se qué. Tampoco fui a averiguar ese pequeñísimo detalle. Lo más seguro era que él no hubiera ido a cazar por cuidar de mí...!pero yo podía ir a cazar con todos¡, era tan capaz como cualquiera de ellos. Pero nunca me dejaban ir cuando todos iban, siempre iba con uno o dos a lo sumo...no entendía nada en esta familia, desde luego, me había tocado la especial. Estaba enfurruñada y de brazos cruzados sobre aquel sofá, mirando a la nada, pensando en qué podía hacer. Pero lo único que se me pasó por la mente fue salir de allí a toda pastilla, sin mirar atrás y esperando que mi tio Jasper no se hubiera dado cuenta de absolutamente nada. Cosa que era difícil...pero igual yo era aventurera, !como Indiana Jones¡, a él nunca le pasaban cosas malas, a los buenos nunca les ocurrían cosas malas.

El viento que provocaba al correr a dicha velocidad, echaba mis cobrizos cabellos hacia atrás, a la vez que me hacía entrecerrar los ojos. Era molesto el viento a tanta velocidad, nunca me había parado a pensarlo. Me adentré en el bosque y empecé a correr por aquel laberinto de árboles y arbustos que parecían no llevar a ninguna parte. A mi alrededor, podía sentir aquellos animalitos correr por el bosque, o bien asustados por mi presencia, o bien era que estaban corriendo por placer...no como yo, que lo estaba haciendo para fugarme de casa. Porque sí, había tomado la determinación de ir a cazar sola. Pero claro, mi cabeza no había caído en que mi familia también se encontraba cazando por ahí...no podía permitir que me olieran. Por eso, me paré en seco, poniendo ambas manos en mi boca, que se abría por la sorpresa de mi propia insensatez. ¿Que madurez mental iba a tener?, no era más que una niña pequeña...de apenas unos meses en el mundo. No sabía nada acerca de lo que ahí fuera había y, por supuesto, no tenía ni idea de como cazar sola, siempre me habían ayudado.

Lo más inteligente que se me ocurrió hacer teniendo en cuenta que era mejor no ponerse a cazar, fue sentarme en el suelo. Con aquella hierba que estaba tan blandita y llena de ojas secas. Me entretuve en coger algunas hojas, de diferentes tamaños y colores, clasificándolas de ese modo, !era divertido¡. O bien, me entretenía mirando a los bichitos pequeñitos del bosque...en ese momento, me estaba fijando en una pequeña mariquita que caminaba por encima de una pequeña piedra situada justo enfrente de mí.

Empezaba a aburrirme aquella situación, observar bichitos era entretenido hasta cierto punto...pero cuando ya veías hacer a los insectos el mismo recorrido una y otra vez y sin hacer nada más interesante que caminar, terminabas aburriendote sí o sí. ¿A quién le gustaba eso?, es más a la mayoría de las personas normales les daban asco aquellos bichos, a mí, personalmente no me lo daban...bueno, quizás algún gusanito biscosito, de esos regordetes y verdes...¡buacala!, eso si que ers repulsivo. Aunque claro, para gusto los colores. Me incorporé, comprobando que había quedado llena de restos de hojas y demás hierbas por toda la ropa...menos mal que tia Alice nunca dejaba que repitiera ropa- Ni tan si quiera un día me dejaba ponerme algo que ya había llevado con anterioridad...

Me sacudí ferbientemente el vestido de color amarillo. Ahora parecía estar más decente después de mi acicalamiento personal...pero, algo me llamó la atención, que hizo que me pusiera rígida y mis musculos se contrageran por completo. El olor de...un vampiro, uno que no conocía. No eran ni mis padres, ni mis tios ni nadie de quien yo pudiera reconocer. Asique, tenía motivos para estar alerta. Sentí sus pasos detrás de mí, por lo que me giré rápidamente para ver de quién se trataba. Me encontraba realmente asustada...mi papi siempre decía que debía tener cuidado con los vampiro que no conocía, pues podían resultar ser muy malos.-¿Quién eres?.-parecía que le preguntaba a la nada, pero en realidad le preguntaba a aquella figura femenina que se dibujaba ante mis ojos.

Definitivamente no la conocía...¿o sí?, es cierto, me era familiar por algún motivo. Pero no recordaba por qué era así. Asique traté de recordarlo, estando atenta a los movimientos de la joven vampira que había por allí.

*Apareci con mi caminar lento y entre los arboles y el final en un clariana apareci yo sonrei alver a Heidi mi ehrmana pero habia alguien mas esa hibrida Renesmee vaya por dios como Heidi opinaba como o no megustoel tracto de mi hermana asin que yo estaba dispuesto a matar los neofitos y por estaba en Olympic pero que hacia Rnesmee aqui sonrei aneglicalmente*

-Hola Heidi Hola Rnesmee que haces aqui sola...-dije con un tono parecido a un niño contento no queria asustarla es mas era una niña pero de mentalidad muy adulta le sonrei angelicalmente.Y di un beso a la mejilla de Hieid-Vengo de vigilar Heidi nada de neofitos el caso que hace Rnesmee sola noes mejor que avisemos sus padres...-dije no tenia preocpacion me daba igual la niña pero no me hacia cruces que hacvia sola y en el Bosque.

Yo no me consideraba un padre demasiado duro, es más, hasta empezaba a pensar que era demasiado blando; siempre le dejaba libertad a Renesmee para que hiciera lo que quisiera, aunque aparentara uno o dos años y tubiera solamente unos meses su mente era prodigiosa y corría a una velocidad algo elevada hasta para los que nacían vampiros a su edad.
Hoy había salido junto a Alice para que comprara... no recuerdo bien el que, supongo que cosas de chicas. Bella había preferido salir sola, por más que insistiera yo en querer acompañarla y asi poder librarme de la condena que suponía ir con Alice a comprar, pero ya nada se podía hacer. Habiamos dejado a Renesmee sola en casa, tampoco creía que ella fuese a salir sola a fuera, porque al fin y al cabo era una niña responsable y obediente. O eso creía yo.

Después de una ardua hora de aguantar a mi querida hermana, la dejé sola para que hiciera sus compras y yo pudiera volver a mi casa para estar un rato con Renesmee.
Una vez llegué a casa trepé con agilidad hasta llegar a la ventana de mi hija, la sonrisa que lucía en mi rostro desapareció al instante al ver la habitación completamente vacia. Serené todos mi sentidos para poder captar el olor de Renesmee, que gracias a dios era algo parecido al de su madre y eso lograba facilitar las cosas a la hora de localizarla.
Oh no. Con la máxima velocidad que yo podía alcanzar atravesé el bosque, no podía ser que a Renesmee se le hubiera ocurrido ir al bosque, y para mi mayor desgracia, junto a su olor había llegado a captar dos pestes más, pestes que se me hacían demasiado familiares.

En cuestión de segundos aparecí frente a ellos, justo delante de mi hija, separándola de aquellos dos Vulturis a los que miré con el ceño fruncido.
-A que se debe este agradable encuentro que estabais teniendo con mi hija. - Le espeté con el ceño ligeramente fruncido y con todos los sentidos alerta

-No no eh visto a ninguno y esa pelirroja me tiene frito lo repito y repitire..Heidi No hace falta buscarlos ya vino su padre...-dije mire a Edward se que empezamos por malpie pero dije sincero de pensamientos iba enserio-Edward el caso es que estoy vigilando que tus enemigos no vengan se han dejado notar y el caso es que tu hija estaba sola y estabamos hablando es mas ibamosa buscartea ti y Bells yd arte leccion de no dejar una bebe de mente de adulta solaal bsoque conesos locos andando..-dijes erio mirandolo no era un aviso era un consejo si perdia a Renesmee Bella y Edward se quedrian matar o algo parecido.. lo mire intensamente y pense

"Edward sabes que los Neofitos se acercan verdad ese chico Riley Biers eld esaparecido lo eh visto por elbsoque aunque se me escaa muchas veces....-dije a edward mire a Heidi-Heidi me gustaria verte pelear...nose me divertire ver como elevas la mini falda por una patada de defensa-dije bromeando.

¿Heidi?, oooh, se llamaba igual que la de la serie...el caso esque no se parecía a ella, más bien era totalmente diferente, y dudaba mucho que viviera en la montaña rodeada de cabras. El caso, era que seguía recordar del todo bien quién era ella.

"Corre, vamos corre". Aquello no estaba bien, se iban a enfadar conmigo, y encima no sabía quién era aquella mujer que me hablaba y que...eh, un momento, ¿cómo conocía a mi familia?, ¿era acaso una amiga de mis papis?. Ladee la cabeza con gesto contraido, mirando a aquella vampira de ojos rubis. ¿Debía contestarle?, papi siempre me decía que no hiciera esas cosas, asique supuse que eso sería lo mejor, a pesar de que las dudas estaban comiendome por dentro.-Mi papi dice que no hable con desconocidos.-mi voz salió firme y decidida, como si hacía tan solo unos segundos no hubiera estado cailando entre si contestarle o no.

De repente, y de la nada, ni siquiera me percaté de aquel curioso olor, apareció otro. Esta vez, un chico, pero con el mismo color de ojos carmesí. Ahora me asusté más, !¿este cómo sabe mi nombre?!...me conocían y yo no a ellos.-Hola...señor.-¿por qué debía decirle nada a aquel señor?, no lo veía bien, asique me quedé callada. Mientras oía como decían que llamarían a mis padres...y ahora, mi cabeza se hizo un nudo ella sola, fruncí el ceño, con frustración al no poder entender nada.

¿Nofitos?, ¿qué eran nofitos?...había oído mencionarlo alguna vez a papi, mami, tio Jasper, tio Emmett y, en definitiva, a todos lo de la casa, quizás esceptuando a la abuela Esme. Solo tenía entendido, que eran peligrosos. Y que ellos estaban hablando de los susodichos. Pero claaaro, ya no hizo falta que ellos avisaran a nadie, mi padre venía de camino, lo distinguía entre todos aquellos olores del bosque. No tardó en interponerse entre mí y aquellos vampiros raros. Asique sí, se conocían todos y la unica que no tenía ni idea de nada era yo, "ser "pequeña es un asco". Me enfurruñé de nuevo yo sola, cruzándome de brazos me daba igual aquella situación, en cierto modo.-Oye, bebe serás tú tio feo.-odiaba que me dijeran eso, con lo adulta que yo era...vamos.

Me incliné un poco hacia un lado, para poder mirar a los otros dos, los cuales seguían hablando para mi padre. Que estaba muy concentrado, o eso parecía. No quería molestar en aquella conversación que no entendía, y como sabía que me llevaría la bronca, mejor me callaba. Pero entonces aquella mujer me tomó en brazos y me quedé quita sin saber qué hacer...hasta que por fin me devolvieron a mi papá, agarrándome a él como una lapa. "Perdón", fue lo que pensé, con "voz" arrepentida para mi papá.

.Ja! Que no hablaba con desconocidos!, porfavor...si la conociamos y muy bien, diria yo.
Deje pasarlo por un momento y solo rode los ojos.
-Pues desconocidos no somos.- murmure y me cruce de brazos mientras Alec le comentaba algunas cosas a Edward.
Mientras Edward y Alec conversaban gire mi vista hacia la pequeña, se veia nerviosa y desconcertada.
Como si de verdad no nos conociera, aunque pensandolo mejor quizas no nos recordaba, ella era muy pequeña cuando habiamos venido de visita.
Le sonrei para inspirarle confianza, la verdad que podia ser mala pero no tenia nada encontra de ella, era solo una niña...

Me tranquilicé un poco al escuchar las palabras que aquellos dos Vulturis me dirigían, parecía ser que no mentían pero igualmente me mantendría alerta. Sus comentarios en vez de tranquilizarme me enfadaban cada vez más y realmente no les recomendaba que siguieran provocándome.
Fruncí aún más el ceño y solté un leve gruñido al ver como la chica Vulturi agarraba a Renesmee y la cogía en brazos, pero por suerte me la devolvió rapido, realmente yo mismo me cuestionaba que hubiera pasado si hubiera tardado más en soltarla.
-Heidi, no cuestiones mis habilidades como padre cuando ni siquiera me has visto en otras situaciones.-La miré con un gesto totalmente molesto y luego me giré para observar al otro chico, Alec.
-Gracias por la información, nosotros ya estamos suficientemente preparados, el incidente con mi hija ha sido un mero accidente que procuraré que no se repita.-Dije lo más cortesmente que pude, aunque en mi mirada se seguía viendo ese deje de molestia.-Ahora, si me disculpais, creo que deberiamos despedirnos.-Mi tono sono totalmente seco, me alejé un poco de ellos, miré a Rensemee que me agarraba como si le fuera la vida en ello.
-Tranquila, sé que no ha sido tu culpa, en realidad ha sido la mía y la de tu madre por dejarte sola en casa; pero por favor, no vuelvas a escapar sola y encima en el bosque.-Dije en una mezcla de serenidad y dureza, habiamos tenido bastanta suerte de habernos encontrado con estos Vulturis, podría haber sido muchisimo peor...

*Hice mi niebla rodando a Edward y su hija dejandoles sordos*

-Heidi ellos saben el tracto que hizo Jane...el tracto estupido...-dije a Heidi le sonrei mi niebla parecia una lengua que buscaba los puntos asin que a Eddy lo mire esa vez pense en algo me oiria mi pensamientos y pense"Los matare a todos ese ejercito estos de aqui y al vecino si es testigo y si porque no arrasar Forks entero" le sonrei a Heidi satisfecho del plan y dije a Eddy dejandolo normal-Edward no me gustacomo nos hablas igual piensas que ibamos a dejar a tu hija con unos locos adictos a morder y incar dientes.

Pues si no eran desconocidos...yo no sabía como se decía a las personas que habías visto por primera vez en la vida...aunque, algo me decía que no, que no era la primera vez que nos veíamos.-Pues para mí si lo son.-le espeté a Heidi, que parecía muy convencida en que ya nos conocíamos y, no le debía quitar la razón, no obstante, lo hice igualmente.

!Eh¡, mi papá me cuidaba bien, muy bien. Y claro que se preocupaban por mí. Las palabras de la que corría con cabras me sentaron fatal, haciendo que mi gesto se frunciera en una expresión de desaprobación y de completo enfado. Pero no podía hacer nada, por suerte, yo sabía perfectamente que mis padres se ocupaban de mí como era debido, incluso mejor de lo que deberían...y no solo ellos, mis tios también lo hacían.
Volví a no hacer nada, intentando captar la conversación o, más bien, tratando de entenderla. Posiblemente se referían a esos vampiros malos de los que debía de tener cuidado, esos que iban por mamá. ¿Ellos estaban ayudando a sacarlos de Forks?...entonces,¿eran buenos?...no sabía, papá me seguía pareciendo muy reacio ante ellos, como si les tuviera algún tipo de rencor guardado. Al menos aparentaba que no le caían muy bien.

Asentí ante las palabras de mi padre, sería obediente y la próxima vez me quedaría quitecita y sola en casa.-Pero no me dejes más sola, me aburro.-quizás trataba de excusarme, aunque nu hubiera excusa que valiera en esa situación. Reconocía mi error y estaba lo suficientemente escarmentada para no hacerlo de nuevo...eso pensaba yo. No me solté de él, por si acaso a Heidi o al otro chico se le ocurría de nuevo la gran idea de tomarme en brazos. Hasta que, de repente, no podía oir nada...absolutamente nada.-"No oigo nada papá".-para mí fue un shock, porque no tenía ni idea de lo que me pasaba.

No obstante, pronto pasó y, desde luego, me alivié bastante, permitiéndome respirar de nuevo con normalidad. Escuchando con atención lo que, de nuevo, decía la chica...otra vez esos nofitos.-¿Qué son los nofitos?¿los colmilludos malos?.-sabía que la conversación había quedado un poco interrumpida con mi pregunta...y que eso no se debía hacer cuando hablaban las personas, pero no lo pude evitar.